Si está leyendo esto, probablemente tenga una conexión personal con Pollença.
Ya sea propietario de una vivienda, visitante frecuente o residente permanente, puede que considere este pueblo su segundo hogar, o incluso el primero.
Y tal vez quiera mostrar su aprecio apoyando causas que benefician a los más necesitados, o un programa educativo para los jóvenes.